Sesión Cultural del Dr. Ruy Pérez Tamayo "La ciencia en México: Hoy y Mañana"
Después de 70 años de trabajo como científico, el Dr. Ruy Pérez Tamayo es una institución en el ámbito de la salud en nuestro país. Miembro de El Colegio Nacional, el Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de la Lengua; Doctor Honoris Causa por universidades nacionales y extranjeras, el Dr. Pérez Tamayo es una de las fuentes más confiables para hablar sobre la historia y desarrollo de la ciencia y la medicina en México.
Su amplia experiencia le ha permitido editar ya dos libros sobre estos temas, uno en 2005 y otro en 2012, en los que ha plasmado el quehacer científico mexicano desde 1912 –año del primer Congreso Científico Mexicano- hasta la fecha.
Este panorama y el futuro que podría enfrentar la ciencia en México en los próximos años fue la conferencia que el Dr. Pérez Tamayo dictó el pasado 29 de agosto durante la Sesión Cultural que se realiza cada mes en el auditorio del HIMFG.
Categórico en sus afirmaciones y cuestionamientos, Pérez Tamayo expuso de manera contundente los problemas que ha enfrentado históricamente la ciencia en nuestro país: el bajo gasto público destinado a sus actividades, infraestructura y desarrollo, así como la ausencia de políticas públicas que apoyen su crecimiento. Su investigación demuestra que actualmente el gasto destinado a las ciencias en México se ubica alrededor de 0.35% del Producto Interno Bruto (PIB), además de que la matrícula en licenciaturas científicas constituye menos del 2% de todos los alumnos de licenciatura en el País, mientras que en la formación de Doctores en Ciencias la situación también es dramática, pues en el año 2000 se graduaron en México mil 109 alumnos, cuando en España lo hicieron 6 mil y en los E.U.A. más de 45 mil en el mismo período.
Si bien, el catedrático reconoció el crecimiento exponencial en este campo en México hacia finales del Siglo XX, señaló que este impulso estuvo comandado por la propia comunidad científica, al promover la creación de instituciones como el CONACYT, que por primera vez la colocó en los planes de los gobiernos federales y estatales.
En cuanto al futuro de la ciencia en el país, el Dr. Pérez Tamayo plantea tres posibles escenarios:
Pesimista. En este modelo, la situación permanece igual o con deterioro en los recursos destinados a las ciencias. Se reduce la matrícula y el número de investigadores y proyectos.
Optimista. Siguiendo el desarrollo acelerado de las ciencias durante las tres últimas décadas del siglo anterior y por las condiciones de recuperación de la economía, se dará un mayor progreso y se sentarán las bases para una planeación a largo plazo en todos los ámbitos de la ciencia mexicana. Se promueve el avance de la educación y la infraestructura para la investigación mediante un Proyecto de Desarrollo Nacional.
Realista. Reconociendo que el crecimiento de las ciencias a finales del S. XX no fue una revolución, sino la evolución natural de éstas, el crecimiento en la actualidad sólo podrá darse con la intervención de la sociedad civil y cuando exista una sociedad más educada e informada que cambie el curso de la indiferencia de los gobiernos ante las ciencias. Por supuesto, las condiciones económicas serán determinantes para que este futuro sea –aunque lejano- posible.
El mensaje, pues, fue el de invitar a los sectores civiles vinculados a las ciencias a continuar empujando desde sus respectivos campos la formación de recursos humanos, el desarrollo de infraestructura y la mayor participación del sector público en esta área que, sin duda, puede ser detonante del desarrollo acelerado de toda la nación.